¿Qué pasa cuando se necesita la resistencia estructural del acero, pero la protección química del plástico? La respuesta está en los tanques yrecipientes metálicos recubiertos interiormente con termoplásticos.

Esta solución híbrida une lo mejor de dos mundos: un cuerpo estructural robusto (acero) y un recubrimiento interior que evita la corrosión y el contacto con fluidos agresivos. Se adapta a altas presiones, temperaturas elevadas y es ideal para industrias con procesos críticos.
Más que un tanque, una solución integral: seguridad química + robustez estructural en un solo sistema.